Caminar con Jesús

¿Qué podríamos pensar sobre lo que en realidad es caminar junto a Jesús?

Yo me hice esa pregunta y pensé que caminar con Jesús nos brinda varias oportunidades. Una de esas oportunidades es conocerlo mejor. No podemos depender solamente de lo que otros hablen acerca de Jesús. Es necesario tomar el tiempo de sentarnos junto a la palabra, leer y orar para conocer a Jesús íntimamente. Esto es algo que para mí ha cobrado mucha importancia, porque confieso que por algún tiempo yo pensaba que era suficiente escuchar las predicaciones e ir a la iglesia. Hoy puedo afirmar que aunque es bueno, no es suficiente.  Me gustaría que por un momento reflexionemos en el siguiente ejemplo: En el mundo alguien te puede hablar mil cosas de una persona y después que tienes la oportunidad de conocerla descubres que no era como te la describieron. Hay que pasar tiempo a solas con Jesús para descubrir como es Él y cómo nos ama. 

Otra oportunidad que nos brinda el caminar con Jesús, es el poder ser de bendición para otros. En la palabra vemos como Jesús, mientras caminaba a la orilla del mar de Galilea, llamó a los apóstoles y les dijo: “Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres” (Marcos 1:16,17). Ellos al aceptar caminar con Jesús vieron su carácter, su compasión y su amor por la gente. Luego de haberse conocido mutuamente, es que entonces Jesús los envía a diferentes lugares para que llevaran el mensaje de salvación. Esto me hace entender que caminar con Jesús nos prepara para ser de bendición para otros, porque Él sabrá donde enviarnos a servir. 

Otra oportunidad que nos brinda el aceptar caminar con Jesús, y probablemente la más difícil, es que Él nos da conocimiento y ese conocimiento nos hace confrontarnos y preguntarnos si estamos viviendo conforme a sus enseñanzas. La palabra de Dios nos enseña que en varias ocasiones el carácter de los apóstoles no era el correcto y Jesús los confrontó. Por otro lado, al caminar con Jesús aprenderemos a ponernos en el lugar de los demás, a amar incondicionalmente, a ser sinceros, entre muchas otras cosas maravillosas. Lo único que necesitamos es a Jesús en nuestro camino para logarlo. Un evento bíblico que siempre me ha gustado, es cuando Jesús se retira para descansar y la multitud al darse cuenta lo siguió. Jesús al verlos, aún en su cansancio tuvo compasión y comenzó a enseñarles muchas cosas. (Marcos 6:32). Nuestro carácter, emociones o cansancio físico pudieron haber intervenido en nuestro deber de ayudar a esta gente, pero Jesús nos enseña que nuestro deber va por encima de nosotros mismos.   

Jesús obra de manera individual, lo que yo les pueda contar en este blog, más allá de cualquier cosa, es para motivarles a entrar en ese caminar con Jesús. Me gustaría que pudieras conocer profundamente el evangelio e ir a las escrituras y estudiarlas. De esa manera es que podrás conocer a Jesús íntimamente, y te aseguro que no solo caminarás con él, sino caminarás imitándolo a él. ¡Qué Dios les bendiga!

Atentamente, Luis

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