Tema: ¿Jesús causa división?

Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido? De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión. Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra. (S. Lucas 12:49‭-‬53 RVR1960)

Todos en algún momento hemos escuchado que Jesús es amor y que lo que quiere es que nos unamos en amor, pero no muchos hablan sobre estos versículos dónde claramente Él reconoce que no ha venido para dar paz en la tierra. Incluso comenzando el párrafo dice “fuego vine a echar en la tierra”. Y a mí parecer es importante que sepamos que en efecto aunque Jesús nos ama y desea que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, desea más que amemos a Dios sobre todas las cosas. También es cierto que Él sabía que no todos iban a seguir sus mandamientos, ni sus leyes y que mientras más pasara el tiempo, lamentablemente por causa de la falta de fe y de la creencia en Él y las escrituras, iba a ver contiendas y divisiones. 

Lamentablemente, todos hemos sido responsables de causar división. Por ejemplo, a causa de la política, artes, conflictos bélicos, y hasta en los deportes. Pero lamentablemente también en las denominaciones cristianas, a veces incluyendo las que creen en la misma biblia y la misma Trinidad también hay división. Pues, ¿cómo vamos a alcanzar a la gente incrédula y a aquellos que aún creyendo escogen seguir en el pecado, si nosotros mismos estamos divididos? “Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.” (S. Lucas 11:17 RVR1960) 

Jesús está diciendo que esa división nos está haciendo caer. Y el problema no es Jesús, la división no es Jesús. Nosotros somos el problema. Nosotros somos la causa de la división. Jesús es la solución, pero los que no le seguimos en espíritu y en verdad, los que hacemos lo que queremos con la biblia, los que solo seguimos o creemos lo que nos gusta de ella y lo que no pues lo llamamos falso, de otros tiempos, etc., lo que hacemos es causar la caída del mensaje de salvación. 

La verdad es que todos ya estábamos cayendo y Dios en su gran amor y misericordia envió a Jesús a recatarnos y darnos la oportunidad de volver al camino correcto y de la manera correcta. El vino al mundo a salvar, pero no olvidemos que ahora el que no crea en Él y siga sus pasos, perecerá y no por causa de Jesús, sino por su propia causa.

Para los que piensen que Jesús solo le reclamaba arrepentimiento a los mismos líderes religiosos, tengo que decirles que solo están viendo una cara de la moneda. Les falta reconocer que Jesús dijo que si ellos no se arrepentían, perecerían igualmente a los otros pecadores “Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” (S. Lucas 13:2‭-‬3 RVR1960) Quiero que no olviden que, si Jesús habla a los líderes religiosos o a su pueblo, también está hablando a todos cuando dice igualmente. 

Lo que significa que todos debemos arrepentirnos de nuestras malas acciones delante de Dios y caminar conforme a su palabra. Y es ahí donde todavía tenemos división, incluso en la misma iglesia. Por esta razón, quiero dejar claro que los líderes no salvan, Jesús es quien salva. Así que nuestro deber es buscar verdaderamente el reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura. No es ignorar a nuestros líderes, es no olvidar a nuestro Dios Padre, a nuestro Dios hijo, y a nuestro Dios Espíritu Santo en el proceso. 

Podemos diferir en cosas que no quebranten la salvación. El mismo Jesús habló del infierno, pero la gente se divide pensando, si de verdad es un lago de fuego, si es una metáfora o si el infierno es una eternidad sin Dios, etc. Pero debo decir que eso no quita la salvación. Y en efecto todos están claros de que habrá consecuencias negativas para aquellos que no crean en Jesús y por ende se arrepienten de sus pecados.  Por otro lado, si hay alguien que dice que la biblia no es la palabra de Dios, porque fue escrita por hombres y no la sigue, eso puede causar que no siga al propio Jesús que sí la siguió. Por lo tanto, es mejor que nos unamos en Jesús, con la esperanza de que a través de Él sigamos los mandamientos de Dios y podamos ser parte de la verdadera unidad a través del Espíritu Santo. 

Hoy en día muchos utilizan el nombre y la figura de Jesús para causar división. Algunos lo utilizan para ganar seguidores para ellos mismos. Hay quienes lo utilizan para causar odio, incluso entre la misma iglesia y otros lo utilizan para causar libertinaje. Pero repito, Jesús no es la causa del problema, Él es y siempre será la solución. El que cree en Él y por lo tanto sigue su palabra, no será condenado. Pero el que no cree en Él y por ende no sigue su palabra, ya está condenado. Por favor, no sigamos cayendo en la trampa de la división, unámonos en la solución que es Cristo y hagamos que el reino de Dios llegue a todo lugar. 

Espero que algún día podamos realizar que si todos seguimos a Jesús, como está escrito y de verdad crucificamos nuestra vida para dejarlo vivir a Él, entonces sí podremos vivir en paz y amor. 

¡Dios te bendiga!

Con amor, 

A.Lamboy

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