Tema: ¿En qué puerta estás tú?

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. (S. Mateo 7:10, 13-14 RVR1960)

Si el mundo poco a poco está alejándose de las escrituras y ahora la persecución es en contra de la biblia y las iglesias. Entonces, muchas series de televisión, películas, noticieros, políticos, el mundo globalizado, etc… ¿Están en la puerta estrecha o en la puerta ancha?

Tengo muchos amigos que dicen que Jesús vino a traer unidad. Y escribí un artículo acerca de Jesús cuando dijo que no vino a traer paz, sino división. Hoy leo y escucho a muchos hablar de que Jesús nos dio un solo mandamiento y que es amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo. Pero dan énfasis a amar a tu prójimo como a ti mismo y no a amar a Dios sobre todas las cosas. 

Y a mí me hace mucho sentido, porque no todos mis amigos o conocidos han leído o estudiado la biblia, más bien han ido al catecismo, o a escuela bíblica o simplemente han escuchado a otros usar los mismos argumentos. Me pregunto si en realidad siguen estudiando y conocen verdaderamente las escrituras. 

Muchas personas no tienen una relación con Jesús y solo hablan de Él sin seguirle.  Porque amar a Dios sobre todas las cosas implica seguir sus mandamientos y el que sigue sus mandamientos no odia a su prójimo por seguirlos. Ah, y les aseguro que a mí también me falta mucho por conocer de las escrituras y me falta crecer junto a Jesús, pero leo las escrituras y las estudio. Oro al padre para que me revele qué debo aprender y qué de lo que aprendí era solo para mí o si también debo dejarlo saber a otros. Así también, cuando escucho a un predicador o alguna canción cristiana oro para que me deje saber si es conforme a su palabra y propósito o no. Como dije en otro artículo, ”yo no soy perfecto”, hasta Jesús lo dijo. Por eso tengo que buscar una relación verdadera con Él y no solo de boca, porque de no hacerlo me estaría engañando a mi mismo y a los que me ven y me escuchan.

Por eso cuando hablo o escribo de lo que dijo Jesús, digo o escribo todo lo que dijo y no solo la parte que me conviene o que va a fin con mis planteamientos sociales o políticos. Porque bien sé que es mejor decir lo que dijo Jesús, que lo que quiero decir yo o defender yo. Por lo tanto, me gustaría que cuando se cite a Jesús, se haga con conocimiento y con todo el texto y contexto. Antes de Jesús decir el versículo escrito al iniciar este artículo, Jesús estaba hablando de que con la misma vara que juzgamos nos juzgarán a nosotros.“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.” (S. Mateo 7:1-2 RVR1960)  Esto me deja saber que habrá un juicio. 

Después, Jesús dijo que no seamos hipócritas que primero saquemos la viga de nuestro ojo para entonces ver y quitar la paja del ojo de nuestro prójimo. “¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” (S. Mateo 7:5 RVR1960) Esto me deja saber que en efecto podemos quitar la paja del ojo de nuestro prójimo, siempre y cuando, ya nos hayamos quitado la viga del de nosotros.

Luego, Jesús dice: “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.” (S. Mateo 7:6 RVR1960) Lo que me da a entender que no todo el mundo recibirá sus palabras con agrado o las utilizarán correctamente. Muchos tratarán de restarle importancia, otros tratarán de distorsionar su significado y otros tratarán de eliminarlas. Y me parece que no todos lo harán intencionalmente, pero sé que muchos tienen esa intención. 

Otra cosa que dijo y que me parece medular, es: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” (S. Mateo 7:7-8 RVR1960) Jesús nos dijo que si pedimos, se nos dará. Que si buscamos, encontraremos y que si llamamos a la puerta se nos abrirá. No me quiero alargar más, pero quiero dejar en claro que Jesús es la puerta que se abre para que todo lo demás se pueda lograr. Lamentablemente muchos quieren a Jesús, y hablan de Jesús, pero no quieren entrar en la puerta que Él abrió. 

Imagino que la respuesta es que no es fácil entrar. No es solo decir Jesús es mi Señor “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” (S. Mateo 7:21 RVR1960) Hay que morir a nosotros para que se haga en nosotros la voluntad del Padre. Jesús es la puerta que hace que sigamos el mandato de Jesús, que les adelanto que es el mismo que dio el Padre  a Moisés. “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”(S. Mateo 22:37-40 RVR1960)

O sea el primero es amar a Dios, y si amas a Dios seguirás sus mandamientos y dentro de esos mandamientos no hay uno que excluya el amar a tu prójimo. Amar al prójimo implica mucho más que dejar que haga con su vida lo que quiera, porque si lo amas verdaderamente y sabes que va camino a un juicio, lo menos que puedes hacer es quitar tu viga del ojo para entonces ver cómo puedes hablarle para quitar su pajita del ojo y no sea condenado. 

Nadie es perfecto, pero el que busca hallará y el que llama a la puerta, Jesús así como esté lo dejará entrar y si verdaderamente entró, se verán sus frutos. Esto es para todos. Aún los que predican el evangelio pueden algún día ser llamados desconocidos y hacedores de maldad por el mismo Jesús, si estos no entraron a la puerta correcta e hicieron lo que Él dijo que hicieran. La puerta más difícil es amar a Dios sobre todas las cosas, porque no siempre queremos hacer su voluntad, sino la nuestra. ¡Pero Jesús es la puerta, entra ya! Las escrituras son verdaderas y Él te ayudará a entenderlas y más que nada a seguirlas. Jesús juzga correctamente y  con la medida correcta. Jesús tiene una visión limpia, sin viga ni paja para sacar la nuestra. Jesús sabe a quién hablar para que no sea desperdiciada su palabra. Jesús es quien dos da lo que pedimos en la voluntad del Padre. Jesús es quien nos abrió la puerta para entrar y ver al Padre. Solo falta que entremos y sigamos sus mandamientos por amor a Él. 

¡Dios te bendiga! 

Con mucho amor,

A. Lamboy

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