Hace unas semanas estaba viendo un documental detrás de cámaras en la red social YouTube acerca de la película La Pasión de Cristo, dirigida por Mel Gibson. Me impresionaron las palabras que expresó el actor Pietro Sarubbi quien interpretó a Barrabás, cuando explicaba que su vida cambió luego de realizar ese papel. Él comentaba que en un principio no quería interpretarlo por ser solo una escena y de muy pequeña duración. El actor continúa diciendo que al aceptar el papel se le solicitó que no tuviera interacciones con el elenco o personas dentro de la filmación, en especial con el actor que interpretó el papel de Jesús. Haciendo un paréntesis, debo señalar que el actor comienza declarando que él había intentado buscar llenar un vacío que sentía, pero que él pensaba de manera escéptica acerca de las religiones, por lo tanto, no tomaba en serio a ninguna. Cerrando el paréntesis, en el momento que le tocó interpretar a Barrabás en esa pequeña escena, el actor dice que al salír liberado de la muerte, miró a Jesús y al ver la bondad con que el actor que lo interpretaba lo miró, tomó en serio su búsqueda y entendió que Jesús era lo que buscaba para llenar su vacío.
Me parece grandioso que, nuestro Señor Jesucristo haya liberado de la muerte a Barrabás. Yo creo que la mayoría de nosotros los creyentes, hemos criticado al pueblo judío por haber escogido liberar a Barrabás y no a Jesús. Y, ¿sabes algo? No puedo juzgar a nadie porque yo también lo critiqué en algún momento y la verdad es que quien liberó a Barrabás no fue el pueblo judío, fue Jesús al ponerse en su lugar, para ser crucificado. Esa posición la escogió Cristo para liberar a Barrabás y a su pueblo. Yo en verdad no sé qué pasó con Barrabás luego de ser liberado, pero sé que fue libertado y tuvo una segunda oportunidad. Yo no sé si, como el actor que interpretó a Barrabás en la Pasión de Cristo, Barrabás vio la bondad de Jesús y llenó su vacío, pero sé que ambos tuvieron una segunda oportunidad. Pues, ¿sabes algo? Yo también fui libertado. Yo también fui Barrabás y Jesús tomó mi lugar y me libró del pecado y de la muerte. Su sangre me lavó y hoy puedo decir que Dios me amó. Su hijo me salvó y tengo vida gracias a su sacrificio.
Si tú hoy sientes que algo te falta. Si piensas que lo que te ofrezco es algo pequeño. Haz como el actor que interpretó a Barrabás. Di, “acepto el papel”. A veces las cosas más pequeñas, como la mirada del actor que interpretó a Jesús a el actor que interpretó a Barrabás, pueden ser las más significativas. Nosotros somos quienes representamos a Jesús en la tierra.
En este artículo quiero presentarte no a un actor, no a una interpretación de Jesús. Hoy quiero presentarte al verdadero Jesucristo, a ese que vino al mundo a salvar y no a condenar. A quién envió Dios por amor a nosotros y te está mirando con bondad y deseando ponerse en tu lugar y libertarte a ti también de la muerte. Jesucristo ya murió por ti, y la buena noticia es que él resucitó y está vivo. Solo tienes que creer y declarar con tu boca que Él es tu verdadero y único salvador. No tienes que esperar a ser perfecto y sin mancha para acercarte a Él. Él es quién con su sangre te lavará y te hará justo delante del Padre. La intención de Jesús no fue morir por Barrabás, fue morir por todos nosotros incluyendo a Barrabás. Dale una oportunidad a Cristo, busca una iglesia, lee los evangelios, conoce a Jesús escrito, búscalo y lo encontrarás personalmente y él se revelará a ti y te servirá el pan de vida que necesitas. ¡Que la paz de Dios sea contigo y que seas bendecido y prosperado según su voluntad!
Atentamente,
Alfredo
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