Esta canción la escribí pensando en la sensación que sentí cuando confesé a Jesús como mi único salvador. Realmente mi vida cambió desde ese hermoso momento. Yo quería cantar y adorar a Dios, pero a la misma vez no aguantaba las ganas de llorar y rendirme ante su presencia. Sentía una verdadera paz en mi corazón. En ese momento parecía vivir en un sueño del que no quería despertar, pero pensaba en lo bonito que sería despertar del sueño y que fuera realidad. Pues ciertamente desperté y Jesús sigue siendo real en mi vida y lo puede ser en la tuya. Solo detén el tiempo, acercate a Él y déjalo entrar a tu vida. ¡No te arrepentiras!