“Me buscaréis; pero como les dije a los judíos, así os digo ahora a vosotros: A donde Yo voy, vosotros no podéis ir.” (Juan 13,33)
Si Jesús solo hubiera dicho este versículo, ¿cuál sería nuestra esperanza?
Yo pienso que los discípulos estaban confundidos y desesperanzados al escuchar a Jesús. Y no es para menos, ellos tuvieron la oportunidad de estar con Él, seguirle a todas partes, ver milagros y ahora les tocará verlo morir y partir a un lugar a donde ellos no pueden ir. ¿Piensas que Jesús no conoce nuestras emociones, pensamientos y la raíz de nuestras acciones? Pues sí las conoce y actúa en nuestro favor para ayudarnos a entender y actuar según la voluntad de Dios.
Me encanta que Jesús conoce nuestros pensamientos más profundos y está dispuesto a responder nuestras dudas y preocupaciones. Él lo demuestra más adelante cuando le respondió a Pedro y te dice a ti hoy: “A donde voy no me pueden seguir ahora, más me seguirán después.” (Juan 13:33,36) “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.” (Juan 14:1,2)
¡Qué bueno es nuestro Señor! Él nos aclara nuestra mente y nos dice que un día le seguiremos nuevamente y que tendremos un lugar junto a Él en la casa del Padre. No solo eso, Jesús les dice a sus discípulos y te dice a ti hoy: “Y vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy vosotros también estéis, y sabéis a donde voy, y sabéis el camino.” (Juan 14:3,4)
Interesante como Jesús dice: “os tomaré a mí mismo.” A mí me deja saber que Jesús y sus seguidores son un solo cuerpo y que solo vendrá y tomará a aquellos que han creído en Él, han muerto a sí mismos para ser hijos del Padre y cuerpo de Cristo. Se hace más evidente la declaración de Jesús cuando dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo y tome su cruz, y sígame.” (Mateo 16:24) Los discípulos de Jesús murieron a ellos mismos para llevar el evangelio a toda creatura. Dejaron de ser pescadores de profesión, para ser pescadores de hombres. Dejaron a sus familiares, amigos y costumbres de su época, para seguir a Jesús y luego continuar con su ministerio. Jesús viene a buscar a aquellos que hagan lo mismo. Si tienes dudas de cuál es el camino que debes escoger, como Tomás las tuvo: Jesús te dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conoces a mí, conoces al Padre. Si me ves a mí, has visto al Padre.” (Juan 14:5,7)
Jesús es el camino a ser verdaderamente libre. Si caminas con Él conocerás la verdad y cuando conozcas la verdad tendrás vida y vida en abundancia. ¡Tendrás lugar en la casa del Padre, junto a Jesús!
¡Atrévete a caminar por el camino correcto!
¡Dios te bendiga!
Con mucho amor,
A. Lamboy
