“¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”
Romanos 6:1-2 RVR1960
Uno de los temas que en mi opinión no se habla mucho es del pecado. Yo entiendo que el mensaje mas importante es el de la salvación y la gracia de Dios, pero creo que también debemos hablar del pecado y orar para que podamos morir a una vida de pecado. La gracia nos alcanza y nos acerca a Jesús para que nuestra vida sea renovada y vivamos lo más libres de pecado que podamos.
Nadie que sea hombre puede decir que no peca. Y hay pecados por los cuales luchamos y Dios sabe que no queremos hacerlo y su gracia nos cubre, pero también podemos caer en un evangelio donde suavicemos el pecado y sin querer vivamos de una manera que no le agrada a Dios.
Romanos 6:1 comienza preguntando si debemos vivir en pecado para que la gracia abunde. Pero rápido nos contesta que ¡De ningún modo! El llamado es de vivir en santidad. Cuando venimos a Cristo la vieja criatura muere y claro que pecamos, pero no puede ser que el pecado sea casi un estilo de vida. La gracia de Dios nos cubre, pero no debemos abusar de la gracia. Dios conoce nuestro corazón y sabe cuando sufrimos por la lucha contra un pecado, y sabe cuando pecamos sabiendo lo que hacemos. Por eso somos llamados a que crucifiquemos al viejo hombre y que resucite un nuevo hombre.
Cuando venimos a Cristo debemos buscar un cambio completo de vida y de constante búsqueda de Dios para que siempre sean reveladas esas áreas que debemos cambiar. El pecado simplemente es ir en contra de lo que está en su palabra, todo lo que hagamos que vaya contra el evangelio nos puede llevar a vivir en pecado aún pensando que estamos bien.
Hay una esperanza para nosotros cuando “morimos” en Cristo. Romanos 6:5 que si somos semejantes en la muerte también lo somos en la resurrección, a fin de que el viejo hombre es crucificado con Él para que el cuerpo del pecado sea destruido, y no sirvamos al pecado. Muchos a veces pensamos que nunca podremos salir del pecado, pero la clave está en si de verdad hemos entregado nuestra vida a Dios y cuan dispuestos estamos a morir a nuestros deseos, morir a estilos de vida, y vivir para Cristo.
Sé que no es tema muy fácil, pero Dios nos habla del pecado en la palabra, porque sabe el daño que nos hace y el nos llamó para que vivamos libres de la atadura del pecado en nuestras vidas. Pero depende de nosotros la parte de entregar nuestro yo y dejar que su Espíritu Santo nos guíe hacia morir al pecado.
“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.”
Romanos 8:2 RVR1960
Dios les bendiga,
Luis
