Y el Señor respondió: —Un siervo fiel y sensato es aquel a quien el amo puede darle la responsabilidad de dirigir a los demás siervos y alimentarlos. Si el amo regresa y encuentra que el siervo ha hecho un buen trabajo, habrá una recompensa. Les digo la verdad, el amo pondrá a ese siervo a cargo de todo lo que posee. ¿Pero qué tal si el siervo piensa: “Mi amo no regresará por un tiempo” y comienza a golpear a los otros siervos, a parrandear y a emborracharse? El amo regresaráinesperadamente y sin previo aviso, cortará al siervo en pedazos y lo expulsará junto con los infieles. »Un siervo que sabe lo que su amo quiere, pero no se prepara ni cumple las instrucciones, será severamente castigado. Pero alguien que no lo sabe y hace algo malo, será castigado levemente. Alguien a quien se le ha dado mucho, mucho se le pedirá a cambio; y alguien a quien se le ha confiado mucho, aún más se le exigirá.
(Lucas 12:42-48 NTV)
Antes de poner mi vida en las manos de Jesús, yo era el siervo que parrandeaba y se emborrachaba, sin importar lo que eso afectara mi vida, la de otros y mi relación con Dios. Aún, conociendo de la palabra de Dios desde pequeño, tenía la idea sembrada por el enemigo, de que podía arrepentirme después de hacer lo que deseara y Dios me perdonaría por amor. Sin saber, que el perdón viene por verdadero arrepentimiento y no solo por la acción de pedirlo. ¿Cuántos de nosotros no hemos tenido la misma acción, pero en nuestras relaciones humanas? ¿Cuántos hemos caído en situaciones, que al ponerse al descubierto, nuestros padres, hermanos, novias, esposas, entre otras relaciones, se han visto afectadas?
Todavía hay gente que piensa que tiene toda una vida para arrepentirse y que Dios los perdone. Hay otros que piensan que no importa lo que hagan ya están perdonados, porque Dios los ama y Jesús murió por todos. Y es cierto, Jesús murió para que todos fuéramos salvos, pero te pregunto: ¿un sacrificio tan duro, para una salvación sin sacrificio?
Jesús está siendo más que claro, al explicar que debemos hacer lo correcto como si nuestro amo estuviera por llegar a la casa. De esta manera, el amo nos vea haciendo lo que nos corresponde hacer. Jesús dice que si hacemos lo que es debido, nuestro amo nos sentará a la mesa y nos servirá. Por otro lado, si no hacemos lo correcto, o sea, lo que el amo nos pide que hagamos, pues seremos cortados y expulsados con todos los demás que serán llamados infieles.
Honestamente, tengo que confesar que todavía en ocasiones me comporto como el siervo que piensa “mi amo no regresará por un tiempo”. No lo pienso así, pero mis acciones pueden ser percibidas como si así pensara. Por ejemplo: Hoy pude haber ido a la iglesia y pensé que era mejor ver el servicio en el televisor. Muchos podrán decir que eso no tiene nada de malo, pero Jesús dejó muy claro la importancia de congregarse. Y obviamente no es lo mismo ver el servicio en tu casa que en la iglesia. En la casa nuestra atención está dividida y es probable que nos desviemos y no logremos recibir el mensaje de manera correcta.
Bajo ningún concepto estoy diciendo que mi salvación depende de ir personalmente o no a la iglesia. Nuestra salvación solo depende de nuestro arrepentimiento genuino al pecado y nuestra aceptación de que Jesús es nuestro único salvador. Hay muchas otras cosas que hago que pueden afectar mi relación con Dios. Por ejemplo: No sacar tiempo para leer su palabra, pero ver una serie completa en Netflix que nos hace ver cómo normales las cosas que en su palabra no están bien. ¿Si aceptamos que Jesús murió por nuestros pecados, cómo tendremos salvación si justificamos o hacemos las cosas por las cuales Él murió?
Mi único deseo es hacer lo que mi amo pide que haga y que si en algún momento me equivoco o justificó hacer algo que está en contra de lo que me pidió, que su Espíritu Santo me lo revele rápido para así arrepentirme y continuar con la labor y la conducta que Él desea y espera de mí.
Dios nos bendiga y ayude a ver que, lo que Él nos pide como nuestro amo, es para luego sentarnos a la mesa y servirnos con su amor.
Con amor,
A Lamboy
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