“Y tú, hijo de hombre, no temas, no temas ni a ellos ni a sus palabras aunque haya contigo cardos y espinas y te sientes en escorpiones; no temas sus palabras ni te atemorices ante ellos, porque son una casa rebelde. Les hablarás mis palabras, escuchen o dejen de escuchar, porque son rebeldes.” Ezequiel 2:6-7 LBLA
Vivimos en tiempos donde creer en Dios y en su palabra es considerado como algo que retrocede el crecimiento de la sociedad. Estamos viviendo en tiempos donde la verdad es que estamos siendo llevados a escondernos. Cuando la iglesia no está llamada necesariamente a ser amada por el mundo, sino que está llamada a llevar el mensaje de Cristo sin importar las situaciones y orar para que gente la escuche.
Pienso que este versículo es relevante a lo que estaba pasando en estos tiempos. Tiene dos cosas que me llamaron la atención, porque siento que tiene tanto que ver con los tiempos que la iglesia está viviendo. Es más, todavía no creo que hemos llegado a lo peor, pero ya se está viendo como el hablar de Dios ya no es tan aceptado como antes. Pero vemos como Dios antes de decirnos que hacer, nos da ánimo al decirnos que no le temamos a ellos ni a sus palabras. Que fuerte lo que dice, aunque sintamos las espinas o nos sintamos entre escorpiones, nos dice que no temamos a sus palabras. Esto me habla de la importancia que tiene hoy más que nunca alcanzar un nivel de confianza y fe que solo una relación directa con Dios nos puede dar. El llegar a entender de verdad la palabra y el corazón de Dios es lo que puede crear esa confianza para no temer ir contra la corriente de estos tiempos donde tantas cosas malas son buenas y las buenas, malas.
Según el versículo, luego de darnos la confianza de que no tengamos miedo, Dios nos dice que como iglesia no podemos callar. Nos dice como mandato, porque no dice si quieres, dice “les hablarás mis palabras, escuchen o dejen de escuchar”. La iglesia no puede permanecer en silencio y entender que es a Dios a quien le toca bregar con el corazón de las personas, por eso es a mi entender es que dice que escuchen o dejen de escuchar tenemos que hablar la palabra, porque nosotros podríamos ver que no hacen caso y dejar de hablar, pero nuestra parte y preocupación deben ser el llevar el mensaje.
Es difícil y la verdad lo fácil es no decir nada. Ahora la gente pone muchas cosas en las redes sobre lo que cree y no creo sabio el poner en un comentario en sus páginas algo de la palabra como para “corregirlo”. Pero por qué limitarnos en nuestras propias redes a hablar de Cristo. Se trata de no tener miedo y estar claros en la verdad que es Cristo y llevar el mensaje de salvación, lo escuchen o no.
Atte.
Luis
