Tema: ¿Dios es injusto o nosotros somos hipócritas?

Parte 1

​Mientras leía en Mateo 16 del 1 al 4 observé que Jesús les dice hipócritas a los fariseos y a los saduceos porque pidieron señal del cielo con el propósito de tentarle. En el versículo 2, Jesús responde; ustedes pueden ver el aspecto del cielo y reconocer si será un buen día o si habrá una tempestad, pero no pueden ver las señales de los tiempos. Jesús en ese momento les estaba diciendo que eran inteligentes y alertas en las cosas de este mundo, pero no para distinguir las cosas espirituales. Yo pienso que todavía muchos de nosotros seguimos dándole más importancia a conocer y buscar las cosas del cielo utilizando nuestra naturaleza humana y ciencia, olvidándonos de conocer y buscar las cosas del cielo utilizando nuestra naturaleza espiritual.  

En el versículo 4, Jesús dice que la generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no se les será dada. No creo que Jesús no haya dado señales. Me inclino a pensar que Jesús sabía que, aun dándole lo que pedían, ellos continuarían teniendo un corazón duro y sus ojos ciegos. Jesús vio sus malas intenciones y su infidelidad a Dios. Verdaderamente no había en ellos intención de verdadero arrepentimiento y Jesús lo sabía. A mi entender, cuando Jesús les llama adúlteros, no solo se está refiriendo al término de ser infiel a tú cónyuge, sino que podía estar refiriéndose al hecho de pretender estar y amar a Dios, pero a la vez dejarte seducir por el enemigo.

Quiero dejar algo bien claro, Jesús si les dio una señal, pero claramente no era la señal que los fariseos y saduceos querían, mas bien fue una señal de advertencia. Esto lo podemos ver cuando Jesús les dice que la única señal que les dará será la del profeta Jonás. Cuando vamos al libro de Jonás en el capitulo 1 Dios quiere decirle a Nínive que ha subido su maldad delante de Él, pero el profeta Jonás no quiere hacerlo. ¡Y créame, tenía sus razones! El pueblo de Nínive era malo y había hecho cosas horribles incluyendo al pueblo de Dios. En este artículo quiero resaltar que Dios, Jesús y el Espíritu Santo siempre estarán de nuestro lado. No importa cuan malos seamos Jesucristo murió por nosotros. Dios siempre nos tratará de decir que quiere de nosotros, pero depende de nosotros escuchar su palabra.  

Estoy seguro de que, si los saduceos y los fariseos entendieron que su maldad estaba delante de Dios, se arrepintieron porque reconocieron que al igual que Nínive podían ser liberados de la ira de Dios. Jesús sabe que decir y que hacer para tocar nuestras mentes y corazones. Sé que en ocasiones queremos que Dios nos hable y cuando lo hace posiblemente no era lo que queríamos escuchar, pero lo que escuchamos departe de Dios es lo que verdaderamente necesitamos. Tengamos cuidado de pedir a Dios señal, porque de seguro hablará y entonces tendremos que actuar aun cuando no nos guste. Miren a Jonás y a los fariseos y saduceos, ninguno recibió lo que quería, pero sí lo que era necesario para glorificar a Dios. 

En el próximo artículo, me gustaría ir más a fondo en cuanto a la justicia de Dios frente a nuestra propia justicia. Adelanto que nuestro Dios es justo y maravilloso, pero no siempre lo vemos de esa manera. Esto sucede porque buscamos a Dios como buscamos y aprendemos de las cosas del mundo. Dios es nuestro creador y no es nuestra propia inteligencia quien nos deja ver a Dios tal y como es. Es el Espíritu Santo quien nos acerca y regala esa comunión con nuestro Padre. Tengamos mucho cuidado y prestemos atención a lo que Dios tiene que decir a nuestra vida. Si de algo estoy seguro es de que Dios nos ama y quiere tener una relación cercana con nosotros. Lo que tenemos que hacer es escuchar lo que tiene que decirnos y no pedir que nos diga lo que queremos oír. Dejemos de ser para nosotros y comencemos a ser realmente de Él. ¡Dios les bendiga!

Atentamente, A. Lamboy