21 Jesús le dijo:
—Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
22 Al oír el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Mateo 19:21-22
En este capítulo de Mateo le preguntan a Jesús qué cosas buenas tienen que hacer para obtener la vida eterna. A lo que Jesús les contesta que seguir los mandamientos. Y un joven le dice que ya el sigue los mandamientos. A lo que Jesús le contesta que entonces venda todo lo que tiene y se lo dé a los pobres y que siga a Jesús.
Quisiera sacar algunos puntos de estos dos versículos que creo que son importantes para nosotros en nuestra vida cristiana. Primero, me enfoco en la actitud del joven y las personas. Queremos pretender que el cielo se gana con obras y queremos saber cuáles. Pienso que es fácil si fuera por obras, porque son cosas que podemos hacer sin que seamos cambiados de verdad, o de vivir una vida de entrega a Cristo. Por esto, la palabra es clara y nos dice que es solo mediante Cristo que podemos tener la salvación. Tenemos que rendirnos ante él y vivir una vida de búsqueda y de entrega a Cristo. Jesús habla de los mandamientos, como la base de una vida cristiana que es seguir lo que dice su palabra, pero una vez logramos eso, nos dice que vayamos mas allá, y muchas veces son cosas que nos costarán.
El segundo punto es que para mí no se trata solo dar todas sus posiciones, es que en su corazón decida que el verdadero tesoro es la eternidad y vivir de una manera que cuidemos esa salvación sobre cualquier otra cosa. Que no amemos lo que podemos acumular aquí, que no estoy diciendo es malo, pero que amemos lo eterno, lo que nos acerque a Dios. El joven se puso triste porque amaba a Dios, pero también amaba sus posesiones, Dios nos exige que lo amemos a Él sobre todas las cosas. La cercanía a Cristo es lo único que puede producir que seamos capaces de dejar aquello que nos pida sin ponernos tristes, no podemos ser capaces de sacrificar por aquello que no conocemos a profundidad, y como podemos conocer a Cristo sino profundizamos en su palabra y en relacionarnos con Él.
Mi tercer punto es que fue Jesús el que le pidió que dejara todo. Quiero aclarar que yo creo en seguir consejos pastorales y en que Dios habla a través de ellos, pero la iglesia se compone de hombres y a veces hieren a gente por exigir cosas cuando no es el momento y de maneras incorrectas. Mediante la oración Dios nos habla y nos dice esas cosas que él quiere trabajar, nos confronta con cosas que nos hacen mal o simplemente nos dice que quiere que dejemos algo por amor a Él. Ten cuidado, no digo que rechaces todo lo que te diga un pastor o una iglesia, pero llévalo a la palabra y deja que sea Dios y el Espíritu Santo los que te dirijan.
Hermanos, oro para que Dios nos ayude para que cuando nos pida algo seamos capaces de dejarlo todo y seguirlo. ¿Hasta donde llegarías por seguir a Cristo?
Dios les bendiga,
Luis
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