Tema: El “nuevo evangelio”.

Hoy en día, la gente no quiere escuchar las cosas que dijo Jesús sobre el arrepentimiento, la confesión de pecados, la obediencia y el seguimiento de las Escrituras. Hoy muchos proclaman este único “evangelio” de “unidad” y “amor”. Este “evangelio” lo que promulga es “el amor” que nos salva sin la necesidad de cambio y arrepentimiento de pecados, porque nadie es perfecto y no hace falta. Cuando todos sabemos que el amor conlleva disciplina y obediencia. Además, quienes proclaman este “evangelio”, alegan “amar a todos”, pero no aman a aquellos que predican las Escrituras como Jesús mandó a sus discípulos a predicarla. 

Mi preocupación no es con el que no cree en Jesús, más bien me preocupa el que cree en Jesús, pero no hace lo que Él dijo. Muchos dirán que decir que, el que no se arrepiente de su pecado no será salvo, aunque diga Señor, Señor, es un mensaje de odio, pero la verdad es que si así fuera, entonces Jesús odia a mucha gente. Amar también implica corrección. “Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.” (Hebreos 12:7-8 RVR1960) 

El que conoce las Escrituras sabe que Jesús murió por amor verdadero a nosotros. O sea, que no odiaba a nadie cuando decía: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.” (S. Lucas 14:26 RVR1960)

Jesús está diciendo que seguirle implica obediencia a Él y no a los demás. Que nuestra vida, deseos y anhelos no pueden estar por encima de Él. “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará.” (S. Lucas 9:24 RVR1960) 

Sé que es importante y mucho más fácil hablar del amor de Dios y de la gracia, por la cual somos perdonados, pero no podemos olvidar lo que significa seguir a Cristo, después de haber sido perdonados. Jesús dijo que en los tiempos finales, no el fin, la gente aborrecerá a sus seguidores.

Jesús dijo: “Hermanos míos, no os extrañéis si el mundo os aborrece.” (1 Juan 3:13 RVR1960) También dijo: “y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre.” (S. Lucas 21:17 RVR1960)  Incluso, dijo: “Pero primero es necesario que padezca mucho y sea desechado por esta generación. Como fue en los días de Noe, así también será en los días del hijo del hombre.” (Lucas 17:25-26 RV1960). 

Pues hermanos, estamos en los tiempos donde se está comenzando a ver la censura del mensaje de salvación llamándolo “odio” y la burla al Espíritu Santo, por los mismos que dicen ser creyentes. Y nuevamente, mi preocupación no es por el que no ha creído. Genuinamente, creo que Dios le dará oportunidad para creer a toda persona. A mí me preocupa el que cree, y no se arrepiente de su pecado y entonces critica a sus hermanos por denunciarlo. Aclaro, que todos somos pecadores, de los cuales, yo soy el primero, pero la diferencia está en si nos arrepentimos del pecado o hacemos del pecado nuestro estilo de vida. ¡Cuidado!

No cambiemos nuestro enfoque en Jesús distrayendonos en otras cosas: Jesús dijo: “Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste. (S. Lucas 17:28-30 RVR1960) 

Comer, beber, construir, plantar, etc., no es pecado, pero nos distrae de lo verdaderamente importante. ¡Jesús! ¡Él prometió que vendría por nosotros! Jesús dijo “desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. (S. Lucas 21:26-28 RVR1960) 

¿Estamos viviendo como si Jesús viene ahora, en varios siglos o no viene? Jesús nos dijo cómo serían los tiempos finales, pero nadie conoce el fin, ni aun los ángeles. Tampoco sabemos cuando moriremos, por lo tanto, no nos olvidemos de Jesús y sus enseñanzas. “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” (S. Juan 14:21 RVR1960) Jesús nos demostró su amor muriendo por nosotros. Nosotros demostramos nuestro amor obedeciendo sus mandamientos.

¿Te atreves a decirle? Jesús, tú moriste por mí, hoy yo moriré para que vivas en mí.

Atrévete, 

¡Dios te bendiga!

A. Lamboy

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